jueves, 3 de marzo de 2011

13/06/2010 - La Frontera

Santuario de las Lajas- Pasto-
Llegamos a Ipiales a las 6:00 de la mañana, lo primero que hicimos fue entrar a una cafetería a desayunar ($1500), como de allí íbamos hacia el Santuario de las Lajas entramos primero al baño de la terminal a "asearnos" por tan solo $600. Luego tomamos un taxi hacia el santuario, el taxi nos deja arriba del cañón, por lo que tuvimos que caminar con las maletas y la comida que llevábamos hasta el templo, pero todo lo valió, es realmente hermoso, con estilo gótico y una cascada que bajaba por el medio, donde cientos de peregrinos madrugan a la ceremonia; en el camino hacia el templo nos encontramos con un monumento a un ciego que por un milagro que le concedió la Virgen de las lajas creó lo que es hoy el Santuario, donde al rededor hay miles de agradecimientos a ella, tanto que no hay espacio para uno más.
Después de apreciar el paisaje y la Iglesia, caminamos de nuevo hacia la carretera donde nos dejó el taxi, y tomamos uno que nos llevó de nuevo hasta la terminal de transportes ($2000), donde allí tomamos una buseta hacia la frontera con Ecuador, más exactamente Rumichaca ($1500), esta buseta nos dejó al otro lado de la frontera (ya en Ecuador), por ende fuimos a sellar pasaporte de entrada a Ecuador, ignorando lo obvio (sellada de salida de Colombia), entonces nos devolvimos a sellar la salida, compramos unos pocos dólares y pasamos el puente de la frontera, el cual es bastante concurrido, con policías y no peligroso como nos comentaban antes de viajar. De allí fuimos a migración y nos dieron la Tarjeta andina.

Tomamos un bus hacia Tulcán ($1500), capital de la provincia del Carchi, ciudad fornteriza con Colombia, el bus nos dejó en el parque de Tulcán, allí nos sentamos un rato a comer sanduches que llevabamos preparados. A dos cuadras del Parque estaba el Famoso Cementerio  de Tulcán, lleno de pinos con figuras geométricas y prehistóricas; en el cementerio había un hombre en silla de ruedas, el cuál nos cuidó las maletas, para poder hacer el recorrido más relajados. Terminamos el recorrido a las 11:30 de la mañana, lo cuál me sorprendió porque en una sóla mañana ya había conocido varios lugares impactantes y hermosos.

Cementerio de Tulcán
Nos dirigimos hacia el parque de Tulcán de nuevo para abordar un bus que nos llevó hacia la terminal, donde allí tomariamos una flota hacia Quito. A Quito llegamos a las 6:30 de la tarde, a la terminal Ibarra (en el centro de Quito no hay una terminal como tal, están ubicadas por empresas de transporte). Como era domingo todo estaba muy solo, entonces decidimos reservar de una vez el pasaje a Puerto López, para el otro día en la noche (el cual sería el próximo destino). Empezamos preguntando en la empresa de transporte Carlos Alberto Aray y muy despectivamente nos dijeron que no habían tiquetes, por lo que empezamos a buscar otras empresas, hasta que llegamos a una llamada Reina del Camino, donde compramos tiquete para las 8:00 pm del otro día.

Nosotros llevábamos una  idea de donde hospedarnos ese día, nos habían sugerido un hostal cerca a la Plaza del Teatro, por lo que preguntamos como dirigirnos hacia la plaza, lastimosamente no corrimos con buena suerte de encontrar personas acomedidas que nos guiaran, por lo que empezamos a caminar hasta llegar a una avenida principal. Iban siendo las 8 de la noche y no pasaban taxis, las calles estaban muy solas y yo empecé a ponerme realmente nerviosa. Mientras esperábamos en un paradero, vimos que se estaban acercando a nosotros unos hombres sospechosos, así que lo único que pude hacer fue orar, cuando a lo lejos vimos que se acercaba un taxi, y solo fue verlo para que casi nos tiráramos a la calle para que nos parara, en el momento que paro uno de los "sospechosos" se acercó, por lo que con maletas y todo nos metimos en el taxi (pueden imaginar dos personas con dos maletas gigantes - sin quitárnoslas de la espalda, porque ni para eso nos dio tiempo- en la aparte trasera de un taxi, como cigarrillos prácticamente). Éste nos dejó en toda la Plaza del Teatro (USD 1, 00), y comenzamos a buscar donde hospedarnos; viendo que cada vez se hacía más tarde, decidimos entrar a un "hotel" donde la noche sólo costaba  $8,00 USD. No fue muy buena experiencia la de esa noche, pero por lo menos ya teníamos donde dormir, por lo que llegué me duche y hasta el otro día dormí.

3 comentarios:

Caro Muñoz dijo...

Me encanta la forma en que escribes, es como si contaras un cuento.... Yo quiero hacer ese paseito un día, pero con leerlo es como si lo estuviera haciendo.
Todo tan detallado es genial.
Te felicito Juli, eres una excelente Blogger

Juliana Hincapié Posada dijo...

Carito gracias!!! no sabes lo mucho que me alegra que les guste :D, ahora solo le tienes que dar seguir para que no te pierdas nada de lo que publique, un abracito.

Vanesa Aguirre Cardona dijo...

Muy buena historia, algún día no muy lejano me gustaria vivir esta experiencia maravillosa!
Vanesa Aguirre